ES LA NATURALEZA QUE DA LAS LEYES DEL DESARROLLO Y CRECIMIENTO DE LA SERPIENTE, LA INTERVENCIÓN DEL HOMBRE ESTÁ DIRIGIDA ÚNICAMENTE A HACER TODO REALIZADO DE LA MEJOR MANERA

La superficie del criadero se extiende por más de 2,5 hectáreas, en las cuales se encuentran amplios recintos a campo abierto, dedicados a la reproducción y al crecimiento de los caracoles, con método de ciclo natural completo.

Aquí se siembra la vegetación necesaria para la vida de los caracoles recreando su hábitat, donde se reproducen y crecen bajo un estricto control, con una alimentación natural. Además, un adecuado sistema de riego nebulizado mantiene la humedad ideal tanto para las plantas como para los caracoles.

Actualmente, el proceso de nacimiento y crecimiento de los caracoles se realiza en el criadero, respetando las estaciones y el ciclo natural de vida del caracol mismo, que es recolectado manualmente sin la ayuda de maquinarias y purgado en jaulas específicas en un lugar fresco y ventilado, con el fin de que se realice el purgado y el operculado.

La naturaleza es quien dicta las leyes de desarrollo y crecimiento del caracol, la intervención del hombre está dirigida solo a hacer que todo se realice de la mejor manera posible.

“Creemos que este método de cría es sinónimo de garantía de una mejor producción tanto cualitativa como cuantitativa- afirma Antonia- confiando sobre todo en el hecho de que los animales criados por nosotros nacen, crecen y se reproducen siempre en el mismo hábitat”.